miércoles, 5 de noviembre de 2014

AMELIE


Esta comedia de Jean –Pierre Jeunet, de origen francesa y estrenada en 2001 cuenta la historia de Amelie Poulain, una niña huérfana de madre y con un padre que no le dejaba ir a la escuela porque pensaba que tenía problemas de corazón. Esta infancia le hace crear un mundo imaginario que le ayudó a encontrar la felicidad en los pequeños detalles. 
A los 22 años trabaja como camarera de un bar y vive sola en una casa de París. Pero este deseo por la soledad acaba cuando encuentra una caja escondida tras las baldosas del baño y que se propone devolvérsela a su dueño. Si éste la recibe con amabilidad, seguirá haciendo cosas buenas por la gente; sino, seguirá con su vida como hasta ahora.Cuando ve que se lleva una alegría al recibirla empieza a ayudar a los demás, pero siempre haciendo que los deseos de la gente se cumplan como eventos naturales. Ella les ayuda a llegar hasta lo que desean sin mostrarse: les habla desde las cabinas de teléfono, escribe cartas, etc.
Pero mientras Amelie realiza estas buenas acciones se da cuenta de que nadie se preocupa por ella, lo que le hace plantearse su deseo por la vida solitaria. Este pensamiento se hace más fuerte cuando conoce a Nino, un chico por el que siente fascinación pero con quien no se atreve a presentarse. Finalmente, uno de los protagonistas a los que Amelie había ayudado le corresponde con la misma moneda y le ayuda a quitarse los miedos y encontrar su propia felicidad.


La película cuenta con una gran variedad de efectos especiales. Al principio para contar la infancia de Amelie solo se escucha la música de fondo y una voz en off que cuenta el lugar, los sentimientos, el momento que viven los personajes. Al acabar esta parte, la voz seguirá teniendo un papel importante a lo largo de la película pero también estará acompañada del diálogo de los personajes.
Para representar este mundo imaginario que existe en la cabeza de la protagonista, el director utiliza juegos de cámara, zoom violentos y flash back. Tan pronto utiliza la cámara rápida como la lenta. También en ocasiones el actor mira directamente a cámara, algo que no es usual en las películas.


Toda la película tiene un filtro verde, dándole una tonalidad como si de un sueño se tratase. La decoración de cada escena va acorde con el estado de ánimo de los personajes. Otro elemento que introduce son los fragmentos en blanco y negro.
También incluye personajes animados y técnicas de anime. Por ejemplo, una fotografía animada en la que la persona fotografiada habla o cuando Amelie se transforma en un charco de agua cuando está triste.



La película recrea un espacio donde todas las cosas que ocurren están relacionadas unas con otras y donde las cosas más extrañas se vuelven cotidianas. Esto es algo que siempre caracteriza a las películas de Jeunet como por ejemplo “La ciudad de los niños perdidos” y “Delicatessen”.

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